viernes, 20 de septiembre de 2024

9- PRACTICAS DE CONSUMO RESPONSABLE

 

Prácticas de Consumo Responsable

El consumo responsable es una forma de comportamiento que busca reducir el impacto negativo de nuestras decisiones de compra en el medio ambiente, la economía y la sociedad. Los consumidores responsables no solo consideran el precio y la calidad de los productos, sino también las consecuencias sociales y ambientales de su adquisición y uso. A continuación, se presentan algunas de las prácticas más importantes para promover un consumo más consciente y sostenible.


1. Reducir el Consumo Innecesario

Una de las principales estrategias del consumo responsable es reducir la cantidad de bienes que compramos. Esto implica evaluar si realmente necesitamos un producto antes de adquirirlo, evitando compras impulsivas o motivadas por la moda. Comprar menos, pero de mejor calidad, contribuye a disminuir la demanda de recursos naturales y la generación de residuos.

Ejemplo: Evitar la compra de productos desechables, como botellas plásticas o envases de un solo uso, y optar por productos reutilizables, como botellas de acero inoxidable.


2. Optar por Productos Duraderos y de Calidad

Una forma de minimizar el impacto ambiental es elegir productos duraderos que tengan una larga vida útil, en lugar de aquellos diseñados para ser descartados rápidamente. Los productos de mejor calidad, aunque puedan ser más costosos al principio, suelen requerir menos reemplazos y, por lo tanto, generan menos desechos.

Ejemplo: Comprar ropa de buena calidad que dure varios años en lugar de prendas de "fast fashion", que tienen una vida útil corta y generan una gran cantidad de residuos textiles.


3. Elegir Productos y Servicios Sostenibles

Optar por productos que hayan sido elaborados de manera sostenible es clave en el consumo responsable. Esto incluye elegir productos que utilicen materiales reciclados, que sean reciclables o biodegradables, o que se fabriquen con procesos que minimicen la contaminación.

Ejemplo: Comprar alimentos orgánicos que no utilicen pesticidas o fertilizantes sintéticos, o productos que tengan certificaciones como el comercio justo, que garantizan que han sido producidos bajo condiciones laborales justas y respetuosas con el medio ambiente.


4. Apoyar el Comercio Justo y Local

El comercio justo y el consumo local son formas de contribuir a una economía más equitativa. El comercio justo garantiza que los productores reciban un pago justo por su trabajo, mientras que consumir productos locales reduce la huella de carbono al disminuir la necesidad de transporte de mercancías desde largas distancias.

Ejemplo: Comprar frutas y verduras de temporada a productores locales en lugar de adquirir productos importados que requieren transporte a larga distancia y conservación en frío.


5. Reparar y Reutilizar

Reparar productos en lugar de reemplazarlos es una excelente manera de practicar el consumo responsable. Muchos productos pueden ser reparados con piezas de repuesto, lo que extiende su vida útil y evita la generación de residuos. Del mismo modo, reutilizar objetos o darles un nuevo propósito en lugar de desecharlos contribuye a reducir el desperdicio.

Ejemplo: Reparar electrodomésticos o ropa dañada, o reutilizar envases y recipientes para otros fines en lugar de tirarlos.


6. Reciclar Correctamente

El reciclaje es una práctica fundamental para el consumo responsable. Clasificar adecuadamente los residuos y asegurarse de que los productos reciclables lleguen a plantas de procesamiento contribuye a reducir la cantidad de basura que termina en vertederos y a recuperar materiales valiosos que pueden ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos.

Ejemplo: Separar los plásticos, vidrios y papeles en contenedores específicos para que puedan ser reciclados de manera eficiente.


7. Informarse y Ser Crítico

Un consumidor responsable está bien informado sobre las prácticas de las empresas a las que les compra. Esto incluye investigar cómo se fabrican los productos, qué impacto tienen en el medio ambiente y las condiciones laborales de quienes los producen. Tomar decisiones basadas en esta información fomenta el cambio hacia modelos de producción más éticos y sostenibles.

Ejemplo: Investigar si una marca de ropa sigue prácticas sostenibles o si una empresa tecnológica está involucrada en la extracción ética de minerales.


8. Consumir Menos Energía y Agua

El consumo responsable también implica ser consciente del uso de recursos naturales como el agua y la energía. Pequeñas acciones cotidianas, como apagar las luces cuando no se necesitan, desconectar los aparatos eléctricos y reducir el consumo de agua, pueden tener un impacto significativo en la conservación de estos recursos.

Ejemplo: Utilizar bombillas de bajo consumo energético y evitar dejar el grifo abierto mientras se cepillan los dientes.


Conclusión

El consumo responsable no se trata solo de qué compramos, sino de cómo y por qué lo hacemos. Adoptar estas prácticas no solo beneficia al medio ambiente, sino que también promueve una economía más justa y equitativa. Al ser conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones de compra, podemos ayudar a construir un futuro más sostenible para las próximas generaciones.

ACTIVIDAD

  • Trabajo individual: Elaborar una lista de 5 acciones que pueden implementar para ser consumidores responsables en su vida diaria (ej: evitar el uso de plásticos, comprar productos locales, reparar en lugar de reemplazar, etc.).

Debate final:

  • Reflexión sobre cómo estas prácticas podrían generar un cambio positivo en su comunidad y el planeta.

8- DERECHOS FUNDAMENTALES DEL CONSUMIDOR

 

Derechos Fundamentales del Consumidor

En la actualidad, los consumidores están protegidos por una serie de derechos que buscan garantizar transacciones justas y seguras en el mercado. Los derechos del consumidor están establecidos en diversas leyes y normativas para asegurar que las personas puedan comprar productos y servicios sin ser engañadas o perjudicadas. En Argentina, la Ley de Defensa del Consumidor (Ley Nº 24.240) es el marco normativo que protege estos derechos. A continuación, se describen los cuatro derechos fundamentales del consumidor.


1. Derecho a la Información

El derecho a la información garantiza que los consumidores reciban todos los datos necesarios para tomar decisiones de compra informadas. Esto incluye detalles sobre el producto o servicio, su origen, características, precio, condiciones de venta y garantías. Los vendedores están obligados a proporcionar información clara, precisa y veraz.

Ejemplo: Un electrodoméstico debe especificar claramente sus características técnicas, su consumo energético y las instrucciones de uso para que el consumidor sepa cómo utilizarlo de manera segura y eficiente.

Fragmento de la Ley:

Artículo 4º: "El proveedor está obligado a suministrar al consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las condiciones de su comercialización."


2. Derecho a la Seguridad

El derecho a la seguridad asegura que los productos y servicios adquiridos no pongan en riesgo la salud o integridad física de los consumidores. Esto significa que los bienes deben cumplir con estándares de seguridad y ser adecuados para su uso.

Ejemplo: Un juguete para niños debe estar fabricado con materiales seguros y no tóxicos. Si un producto es potencialmente peligroso, el fabricante debe advertir al consumidor sobre los riesgos asociados a su uso.

Fragmento de la Ley:

Artículo 5º: "Las cosas y los servicios deben ser suministrados o prestados de modo tal que, utilizados en condiciones previsibles o normales de uso, no presenten peligro alguno para la salud o integridad física de los consumidores o usuarios."


3. Derecho a la Elección

El derecho a la elección protege la libertad de los consumidores para elegir entre una variedad de productos y servicios. Esto implica que no deben estar sometidos a prácticas comerciales abusivas que limiten su capacidad de comparar opciones y elegir la mejor alternativa disponible.

Ejemplo: Si se ofrece un servicio de telefonía, el consumidor tiene el derecho de elegir entre diferentes planes y compañías, sin ser presionado o inducido a contratar un servicio específico sin información completa.


4. Derecho a la Reparación

El derecho a la reparación asegura que, en caso de que un producto presente fallas o no funcione correctamente, el consumidor tiene derecho a que se repare el bien o se lo reemplace, o incluso a recibir una devolución de dinero. Este derecho también se extiende a los servicios contratados, donde se puede exigir una nueva prestación si no se ha cumplido adecuadamente con lo ofrecido.

Ejemplo: Si una computadora recién comprada deja de funcionar en el periodo de garantía, el consumidor tiene derecho a que el fabricante repare el equipo sin costo adicional o lo reemplace si no puede ser arreglado.

Fragmento de la Ley:

Artículo 17º: "Si el bien adquirido no corresponde a lo convenido o a las condiciones bajo las cuales se lo adquirió, el consumidor tiene derecho a su reparación o a la sustitución del bien, o a la devolución de la cantidad pagada."


Conclusión

Estos derechos fundamentales buscan equilibrar la relación entre consumidores y proveedores, promoviendo la equidad y seguridad en el mercado. La Ley de Defensa del Consumidor es una herramienta clave para garantizar que las empresas actúen de manera ética y responsable, asegurando que los consumidores puedan hacer valer sus derechos cuando sea necesario.

ACTIVIDAD

  •  En grupo, analizar un caso real de violación de los derechos del consumidor (ej: productos defectuosos, publicidad engañosa).
  • Cada grupo debe presentar su caso y discutir posibles soluciones.
  • 7- OBSOLESCENCIA PROGRAMADA Y OBSOLESCENCIA PERCIBIDA

     

    Obsolescencia Programada y Obsolescencia Percibida

    El término "obsolescencia" se refiere a la idea de que un producto deja de ser útil o deseable antes de que termine su vida funcional. En la sociedad de consumo actual, dos tipos de obsolescencia juegan un papel clave en los patrones de compra: la obsolescencia programada y la obsolescencia percibida. Ambas estrategias son utilizadas por las empresas para incentivar el consumo constante, pero tienen implicaciones económicas, sociales y ambientales significativas.


    1. Obsolescencia Programada

    La obsolescencia programada es una estrategia de diseño industrial en la que los productos son fabricados intencionadamente con una vida útil limitada, es decir, están destinados a fallar o volverse obsoletos en un periodo específico de tiempo. El objetivo detrás de esta práctica es obligar a los consumidores a reemplazar los productos con más frecuencia, generando un ciclo continuo de compra.

    Ejemplos de obsolescencia programada:

    • Electrodomésticos: Muchas veces, los electrodomésticos modernos como lavadoras, aspiradoras o refrigeradores están diseñados con componentes que fallan poco después de que expire la garantía, lo que hace más rentable comprar un nuevo aparato que repararlo.
    • Dispositivos electrónicos: Los teléfonos inteligentes son un ejemplo clásico. A menudo, las nuevas actualizaciones de software dejan de ser compatibles con los modelos más antiguos, ralentizándolos o limitando sus funciones, lo que incita al usuario a comprar un dispositivo nuevo.

    Esta estrategia de fabricación tiene consecuencias ambientales graves, ya que genera grandes cantidades de residuos electrónicos (e-waste), cuya gestión es un desafío global. Estos desechos, que incluyen componentes tóxicos, suelen acabar en vertederos o en países en vías de desarrollo, donde se gestionan de manera inadecuada, contaminando el suelo, el aire y el agua.


    2. Obsolescencia Percibida

    La obsolescencia percibida, por otro lado, no está relacionada con el mal funcionamiento físico de un producto, sino con la percepción del consumidor de que el artículo ya no está a la moda o es deseable, aunque siga funcionando correctamente. Las empresas fomentan este tipo de obsolescencia a través del marketing y la publicidad, creando una sensación de urgencia para que los consumidores reemplacen productos que aún sirven.

    Ejemplos de obsolescencia percibida:

    • Moda y "fast fashion": La industria de la moda rápida es un claro ejemplo de obsolescencia percibida. Las empresas lanzan nuevas colecciones varias veces al año, creando la impresión de que la ropa que fue comprada recientemente ya está pasada de moda, lo que impulsa a los consumidores a comprar más ropa, aunque la que tienen siga siendo utilizable.
    • Tecnología: El diseño de teléfonos móviles, laptops o televisores también fomenta la obsolescencia percibida. Las empresas introducen con frecuencia nuevos modelos con características apenas mejoradas, pero con un diseño más moderno o delgado. A través de la publicidad, se genera en el consumidor la sensación de que posee un producto "viejo" que debe ser reemplazado, aunque aún funcione perfectamente.

    3. Impacto de la Obsolescencia en el Consumidor y el Medio Ambiente

    El impacto de la obsolescencia programada y percibida va más allá de los bolsillos de los consumidores. Ambas prácticas tienen un efecto perjudicial sobre el medio ambiente y los recursos naturales. El aumento en la fabricación de nuevos productos requiere la extracción de más recursos, como minerales, petróleo y agua, lo que contribuye al agotamiento de estos materiales y a la degradación del medio ambiente.

    Además, la creación constante de productos desechables o que se consideran "obsoletos" genera toneladas de residuos. Por ejemplo, los residuos electrónicos (e-waste) son uno de los flujos de desechos de más rápido crecimiento en el mundo, y solo una pequeña fracción de estos desechos es reciclada adecuadamente. Los productos obsoletos terminan a menudo en vertederos, donde pueden liberar sustancias tóxicas que contaminan el suelo y el agua, afectando tanto a los ecosistemas como a la salud humana.


    4. Hacia un Consumo Responsable

    Para combatir los efectos negativos de la obsolescencia, los consumidores pueden optar por hábitos más responsables, como:

    • Reparar en lugar de reemplazar: Optar por reparar productos que han dejado de funcionar en lugar de comprar nuevos. Existen movimientos como el "Right to Repair" (Derecho a Reparar), que abogan por leyes que permitan a los consumidores reparar sus propios dispositivos o llevarlos a talleres locales.
    • Comprar productos duraderos: Elegir productos diseñados para tener una vida útil más larga, aunque puedan ser más caros en el corto plazo, es una forma de reducir el impacto ambiental.
    • Elegir productos de segunda mano: Comprar productos usados es una manera de reducir la demanda de nuevos bienes y, por lo tanto, minimizar el uso de recursos naturales.
    • Desafiar la publicidad: Ser consciente de las tácticas de marketing que buscan crear necesidades artificiales y fomentar el consumismo. Reflexionar antes de hacer una compra: ¿realmente necesito este nuevo producto?

    Conclusión

    Tanto la obsolescencia programada como la percibida son estrategias que tienen un gran impacto en los patrones de consumo y en el medio ambiente. Mientras que la primera está relacionada con la vida útil física de los productos, la segunda se basa en el deseo de los consumidores de mantenerse al día con las tendencias. Adoptar prácticas de consumo responsable y exigir productos más duraderos puede ayudar a mitigar los efectos negativos de estas formas de obsolescencia y contribuir a un modelo de consumo más sostenible.

    ACTIVIDAD

    • ¿Han experimentado alguna vez la necesidad de cambiar un producto aunque aún funcione bien? ¿Qué opinan de la idea de la "moda" como un factor de obsolescencia percibida?

    Tarea: Investigación breve en casa sobre un producto que hayan reemplazado recientemente. Identificar si fue por obsolescencia programada o percibida.

    6- EL IMPACTO AMBIENTAL DEL CONSUMO

     

    El Impacto Ambiental del Consumo

    El consumo de bienes y servicios tiene un profundo impacto en el medio ambiente, desde la extracción de materias primas hasta la disposición final de los productos que utilizamos. A medida que la demanda de productos aumenta en todo el mundo, también lo hacen los efectos negativos sobre el entorno natural. A continuación, se describen algunos de los principales impactos ambientales del consumo:

    1. Uso de Recursos Naturales

    Para fabricar los productos que consumimos, es necesario extraer recursos naturales como agua, minerales, petróleo, y madera. La explotación intensiva de estos recursos puede llevar a su agotamiento. Por ejemplo, la producción de aparatos electrónicos requiere minerales raros como el coltán, cuya extracción está asociada con la destrucción de ecosistemas y conflictos en regiones específicas. Además, el uso excesivo de agua en la agricultura y la industria textil está provocando la escasez de agua en muchas zonas del mundo.

    2. Contaminación del Agua, Suelo y Aire

    La producción industrial emite grandes cantidades de contaminantes al aire, al agua y al suelo. Las fábricas emiten gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y liberan sustancias tóxicas que afectan la salud de las personas y los ecosistemas. Por ejemplo, la industria textil es una de las más contaminantes del agua, ya que las fábricas suelen verter productos químicos nocivos en ríos y mares.

    Los residuos sólidos, como el plástico y los productos electrónicos, también contaminan el suelo y el agua cuando no se gestionan adecuadamente. Muchos productos de consumo se convierten en residuos rápidamente, y si no son reciclados o reutilizados, terminan en vertederos o, peor aún, contaminando ríos y océanos.

    3. Generación de Residuos

    El ritmo acelerado de consumo genera una gran cantidad de residuos. En especial, los productos con una vida útil corta, como los envases plásticos, los aparatos electrónicos y la ropa de moda rápida ("fast fashion"). Estos residuos tardan cientos de años en descomponerse y, durante ese tiempo, contaminan el entorno. Los plásticos, por ejemplo, se descomponen en microplásticos que ingresan en la cadena alimentaria y afectan tanto a la fauna marina como a los seres humanos.

    4. Deforestación y Pérdida de Biodiversidad

    La producción de alimentos, muebles y otros productos requiere grandes áreas de tierra. Para satisfacer la demanda, se talan bosques enteros, lo que provoca la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y contribuye al cambio climático. La expansión de la agricultura, particularmente para el cultivo de monocultivos como la soja y el aceite de palma, ha sido responsable de la destrucción de importantes áreas de bosque tropical.

    5. Emisiones de Gases de Efecto Invernadero

    El transporte de productos, desde las materias primas hasta los productos terminados, implica un gasto considerable de energía y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono (CO2). Estos gases son los principales responsables del calentamiento global y el cambio climático. La globalización del comercio ha incrementado el uso del transporte marítimo, aéreo y terrestre, aumentando significativamente la huella de carbono de los productos que consumimos.

    6. Consumo Energético

    Muchos productos, especialmente los aparatos electrónicos, requieren energía durante su uso. La generación de electricidad, en muchos casos, todavía depende de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, que contribuyen a la contaminación y al cambio climático. A esto se le suma el hecho de que algunos productos, como los electrodomésticos, son diseñados con una obsolescencia programada, lo que significa que necesitan ser reemplazados con mayor frecuencia, aumentando así el consumo energético global.


    Conclusión

    El impacto ambiental del consumo es innegable y multifacético. Cada producto que compramos y utilizamos tiene una huella ambiental, desde su producción hasta su disposición final. Es crucial que los consumidores sean conscientes de estos impactos y adopten prácticas de consumo responsable, como reducir el uso de productos de un solo uso, reutilizar y reciclar materiales, y optar por productos que sean sostenibles y de larga duración. Solo a través de un cambio en nuestros hábitos de consumo podremos reducir nuestra huella ambiental y contribuir a la protección del planeta para las generaciones futuras.

    ACTIVIDAD

      • ¿Qué productos consumen más recursos?
      • ¿Cómo afecta la basura electrónica y los residuos plásticos al planeta?


    viernes, 13 de septiembre de 2024

    5- DIETA EQUILIBRADA Y SU RELACIÓN CON EL CONSUMO RESPONSABLE

     Dieta equilibrada y su relación con el consumo responsable

    Una dieta equilibrada implica consumir alimentos variados en las cantidades adecuadas, lo que permite que nuestro cuerpo reciba todos los nutrientes esenciales para funcionar correctamente. Para lograrlo, es importante incluir en la alimentación diaria frutas, verduras, cereales, proteínas, y grasas saludables, limitando el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados. Este enfoque no solo promueve la salud física, sino que también está estrechamente relacionado con el concepto de consumo responsable.

    El consumo responsable se refiere a la toma de decisiones conscientes sobre lo que compramos y consumimos, considerando tanto su impacto en nuestra salud como en el medio ambiente y la sociedad. En cuanto a la alimentación, implica optar por productos locales, de temporada, y producidos de manera sostenible, reduciendo el desperdicio de alimentos y minimizando el uso de recursos naturales. Al hacerlo, no solo cuidamos nuestra salud, sino también la del planeta, contribuyendo a un sistema alimentario más justo y equitativo.

    Así, una dieta equilibrada y el consumo responsable se complementan mutuamente, promoviendo hábitos de vida que respetan tanto el cuerpo como el entorno.

    "Somos lo que comemos, pero también lo que elegimos y lo que protegemos."

    ACTIVIDAD

    1) Realicen un registro de su alimentación durante tres días, anotando todo lo que consumen. Luego, deberán analizar su dieta utilizando una tabla de alimentos recomendados (puede incluir los grupos básicos: frutas, verduras, proteínas, etc.) y hacer una reflexión escrita sobre qué tan equilibrada es su dieta, identificando áreas de mejora y sugiriendo cambios concretos para llevar una alimentación más balanceada.

    2) Seleccionen un producto de consumo habitual en su hogar (por ejemplo, una marca de agua embotellada o un tipo de snack) y realicen una investigación breve sobre su impacto en el medio ambiente y la sociedad. Deberán redactar un informe individual donde evalúen si este producto cumple con los criterios de consumo responsable (producción local, impacto ambiental, prácticas laborales) y proponer una alternativa más sostenible, justificando su elección.


    4- MODELOS DE FELICIDAD Y EXITO EN REDES SOCIALES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

     

    Modelos de Felicidad y Éxito en Redes Sociales y Medios de Comunicación

    Las redes sociales y los medios de comunicación juegan un rol crucial en la construcción de los modelos de felicidad y éxito en la sociedad actual. A través de imágenes y mensajes, estos medios presentan estilos de vida ideales que muchas veces no son realistas ni alcanzables para la mayoría de las personas.

    1. Felicidad superficial: En plataformas como Instagram o TikTok, a menudo se muestra una imagen de felicidad vinculada al consumo de productos, la apariencia física o el éxito financiero. Esto crea una expectativa de que la felicidad depende de tener ciertos bienes materiales o un determinado estilo de vida.
    2. Éxito basado en la apariencia: Los medios de comunicación y las redes sociales suelen asociar el éxito con una imagen física idealizada, fama o riqueza. Estas representaciones pueden afectar la autoestima de quienes no cumplen con esos estándares, generando frustración y ansiedad.
    3. Comparación constante: Las redes sociales permiten una comparación constante con otras personas, lo que puede llevar a que los usuarios se sientan insatisfechos con sus propias vidas. Las imágenes de lujo, viajes y cuerpos perfectos que se ven en línea suelen ser una versión editada de la realidad, pero aún así impactan en cómo las personas perciben su propia felicidad y éxito.

    En resumen, los medios y las redes sociales moldean nuestras percepciones sobre lo que significa ser feliz o tener éxito, y a menudo nos empujan a consumir productos o adoptar comportamientos para alcanzar esos ideales. Es importante desarrollar un pensamiento crítico frente a estas imágenes y recordar que la verdadera felicidad y éxito no dependen únicamente del consumo o de la apariencia exterior.

    ACTIVIDAD

    1) Elegir una publicación o perfil de una figura influyente en redes sociales (puede ser un "influencer" o celebridad) y analizarán cómo se promueven modelos de felicidad y éxito. Deberán responder en un escrito cómo se relaciona este modelo con el consumo (de productos, estilos de vida, etc.) y si creen que estos modelos son realistas o alcanzables. También reflexionarán sobre los impactos emocionales y psicológicos que estos ideales pueden generar en las personas.

    3- LA PUBLICIDAD Y SU INFLUENCIA EN LOS HABITOS DE CONSUMO

     

    La Publicidad y su Influencia en los Hábitos de Consumo

    La publicidad juega un papel clave en la forma en que las personas consumen. A través de diversas estrategias, las campañas publicitarias buscan crear una conexión emocional entre los productos y los consumidores, presentándolos como soluciones a problemas, fuentes de felicidad o símbolos de estatus.

    Algunas técnicas que utiliza la publicidad para influir en los hábitos de consumo incluyen:

    • Crear necesidades falsas: Muchos productos publicitarios se presentan como esenciales cuando en realidad no lo son. Esto genera la sensación de que sin ese producto, la persona no podrá alcanzar ciertos estándares de vida o felicidad.
    • Generar identificación: La publicidad a menudo recurre a personajes o situaciones con las que el público puede identificarse, lo que aumenta la posibilidad de que las personas compren el producto para parecerse a los modelos presentados.
    • Promover el consumo rápido: El marketing digital y las ventas en línea han acortado el ciclo de compra. Los consumidores pueden ver una publicidad y, en cuestión de segundos, comprar el producto, eliminando el tiempo de reflexión que antes existía entre ver el anuncio y realizar la compra.

    El impacto de la publicidad en los hábitos de consumo es especialmente notable en adolescentes y jóvenes, que son más susceptibles a dejarse influir por los medios de comunicación y las redes sociales.

    ACTIVIDAD

    1) Seleccionar tres anuncios publicitarios (de televisión, redes sociales o internet) y los analizarán. Deberán identificar las técnicas de persuasión utilizadas (colores, lenguaje, emociones, etc.) y reflexionar sobre cómo estos anuncios influyen en sus hábitos de consumo. Luego, redactarán una reflexión individual explicando si creen que la publicidad afecta sus decisiones de compra y cómo podrían ser consumidores más críticos frente a estos mensajes.


    2- LA DIFERENCIA ENTRE NECESIDAD Y DESEO

     

    Diferencia entre Necesidad y Deseo: Elementos Necesarios para la Vida vs. Consumo Impulsivo

    Una de las distinciones más importantes en el comportamiento de consumo es la diferencia entre necesidad y deseo.

    • Necesidad: Se refiere a todo aquello que es indispensable para la supervivencia y el bienestar humano, como alimentos, agua, ropa básica, vivienda y atención médica. Estas necesidades son universales y, cuando no se cubren, afectan directamente la calidad de vida.
    • Deseo: Representa aquello que se quiere, pero que no es esencial para la supervivencia. Los deseos suelen estar influenciados por factores culturales, sociales y psicológicos. A menudo, el deseo está vinculado a la búsqueda de satisfacción personal, estatus social o placer inmediato.

    En la sociedad moderna, el consumo impulsivo se ha convertido en un fenómeno común, donde las personas adquieren bienes no porque los necesiten, sino porque desean satisfacer impulsos o aspiraciones. Las estrategias de marketing y la disponibilidad inmediata de productos, gracias a las compras en línea, han incrementado este comportamiento. A largo plazo, el consumo impulsivo puede generar problemas financieros y un estilo de vida insostenible.

    ACTIVIDAD

     1) Crear una lista dividida en dos columnas: "Necesidades" y "Deseos". En la primera columna, colocarán productos esenciales para la vida diaria, como alimentos y ropa básica. En la segunda, escribirán productos que no son esenciales pero que desean. Luego, reflexionarán sobre la importancia de satisfacer primero las necesidades y cómo equilibrar los deseos de manera responsable. Finalmente, escribirán un texto sobre cómo una dieta equilibrada puede ser una necesidad que a menudo se transforma en un deseo debido a la influencia de la publicidad.

    1-CONSUMO EN LA SOCIEDAD MODERNA

     Consumo en la Sociedad Moderna: Tipos de Consumo y su Importancia

    En la sociedad moderna, el consumo es una parte fundamental de la vida cotidiana. Se entiende por consumo el acto de adquirir bienes y servicios para satisfacer las necesidades y deseos de las personas. El consumo ha evolucionado con el tiempo, influyendo en aspectos económicos, sociales y culturales de nuestras vidas.

    Existen varios tipos de consumo:

    1. Consumo básico o necesario: Involucra productos y servicios esenciales para la vida, como alimentos, agua, vivienda, educación y atención médica. Estos satisfacen necesidades humanas primarias y son indispensables para el bienestar.
    2. Consumo secundario o complementario: Se refiere a bienes y servicios que, aunque no son esenciales, mejoran la calidad de vida, como tecnología, transporte y ocio. Son importantes, pero no vitales para la supervivencia diaria.
    3. Consumo de lujo: Involucra productos y servicios costosos que satisfacen deseos más que necesidades. Estos pueden incluir ropa de diseñador, automóviles de alta gama y viajes de lujo. Este tipo de consumo está vinculado a la búsqueda de estatus social.

    El consumo es clave para el desarrollo económico, ya que genera demanda para la producción de bienes y servicios. Sin embargo, el consumo excesivo y sin conciencia puede llevar al desperdicio de recursos y tener un impacto negativo en el medio ambiente.

    ACTIVIDAD

    1) Observen y describan sus hábitos de consumo en una semana. Deberán hacer un listado de los productos que compran o utilizan diariamente y reflexionar sobre cuáles de estos son realmente necesarios. Luego, deberán escribir un ensayo breve analizando cómo su estilo de vida está influenciado por la sociedad de consumo y cómo podrían modificar sus hábitos para ser más conscientes y responsables en sus elecciones.

    13- PREVENCIÓN DE CONSUMOS PROBLEMÁTICOS

      Prevención de Consumos Problemáticos: Promoción de la Salud y Actividades Alternativas Los consumos problemáticos de sustancias, como alc...